La reforma educativa de la Lomloe, también conocida como ley Celaá, no incluirá en su texto que el castellano es la lengua vehicular en la enseñanza ni aparecerá como que es lengua oficial del Estado y, además, fijará que no se podrá financiar aquellos centros que segregan a los alumnos por sexo. Así se ha acordado este jueves en el grupo de trabajo de la Comisión de Educación del Congreso, que ha concluido sus reuniones tras cinco sesiones estudiando y votando las más de 1.160 enmiendas parciales al proyecto de la Lomloe.
Las enmiendas que afectan al castellano y a los centros concertados que separaran por sexo han sido sendas transacciones entre PSOE, Unidas Podemos y ERC. La enmienda sobre el castellano ha salido adelante con 26 votos a favor, 16 en contra, y el PNV se ha abstenido, tras una fuerte polémica que ha llevado a que el PP, Cs y Vox hayan anunciado recursos ante el Tribunal Constitucional al considerar que el uso del castellano corre peligro en las aulas.