Si algo 'bueno' ha traído la pandemia ha sido en los colegios. La obligación de mantener una distancia de seguridad para evitar contagios ha acarreado un puñado de cambios, algunos de ellos reclamados por los docentes desde hace años. Durante este curso que ahora acaba, las clases de infantil, primaria y primero y segundo de la ESO han sido de 20 alumnos por clase, mientras que las de tercero y cuarto de la ESO, se han mantenido en 30, y en bachillerato, en 35. Según los docentes, la reducción de las ratios ha permitido recuperar el pulso educativo que se había perdido el curso pasado cuando los centros cerraron sus puertas en marzo debido a la covid.