El examen nuevo de selectividad ―menos memorístico y más basado en la aplicación de lo aprendido― se aplaza un año y tendrá lugar en 2028 en su versión definitiva. En 2023 la prueba, como estaba planteado, seguirá siendo igual que la actual. La de 2024, que pretendía ser una evaluación de transición hacia un tipo de prueba basada en las competencias, sufrirá algún cambio, pero no de calado. Esta decisión, adelantada por el diario ABC, se ha tomado este viernes en el seno de una reunión técnica de los gobiernos autonómicos. Un portavoz del Ministerio de Educación explica que con el retraso se busca “tener más tiempo para lograr el consenso y más tiempo de aplicación de la Lomloe y las pruebas competenciales”. La prueba, conocida ahora como EVAU (Evaluación de Acceso a la Universidad), ha sido criticada por profesores universitarios, la Real Academia Española (RAE) y la Red Española de Filosofía.