La vuelta al colegio no ha empezado con buen pie. Ayer iniciaron las clases (aunque de manera escalonada) los alumnos de casi todas las comunidades (más de ocho millones de niños se forman en enseñanzas no universitarias). Mientras algunos padres han decidido no llevarlos a clase por miedo a los contagios al margen de las advertencias de la Fiscalía General (en Santoña solo acudieron 116 de los 965 alumnos matriculados en los tres centros del pueblo cántabro), se suman a este otoño educativo caliente los anuncios de movilizaciones en todo el país de los sindicatos, y un informe del sindicato CSIF en el que se denuncia que faltan 23.000 docentes de los 38.000 prometidos por las comunidades.