En un aula de un colegio de Fuerteventura hay colocada sobre una mesa una caja llena de caras amarillas con la expresión de los conocidos emojis que utilizamos a diario en las redes sociales: una sonrisa, una cara de enfado, otra triste… Se llama "la caja de las emociones" y los niños y niñas aprenden rápidamente a identificar cada una de ellas. Es uno de los primeros ejercicios que Yanira Quintana, maestra en el colegio de Infantil y Primaria Agustín Millares Carlo, realiza en la asignatura EmoCrea (Educación Emocional y para la Creatividad) cuando la ha impartido. Se trata de una materia en la que Canarias fue pionera al incorporarla en su currículum educativo en 2014 y que desde entonces se imparte dos veces a la semana en los cursos de primero a cuarto de Primaria. En plena polémica por los contenidos curriculares que traerá consigo la nueva ley educativa, LOMLOE, que hará hincapié en incorporar la educación en valores y emocional, el Archipiélago se sitúa siete años por delante con una materia que la comunidad valora de forma positiva y que también ha sido galardonada en los Premios Magisterio.