jueves, 12 de agosto de 2021

El currículo de Primaria desata una batalla ideológica

 



Las aguas no se han calmado en el ámbito educativo tras el cambio de ministra en julio, de Isabel Celaá a Pilar Alegría, y la polémica ahora no es ya la escuela concertada, sino el currículo de enseñanzas mínimas que prepara el Gobierno en el marco de la Lomloe (la ley Celaá, de 2020). Esta fija “los objetivos, las competencias, los contenidos y los criterios de evaluación de los aspectos básicos del currículo” ―según el texto de la norma― pero son las comunidades autónomas las que van a complementar y estructurar el temario junto a los claustros de los centros, que tendrán más autonomía de gestión. Pese a que el borrador, en esta fase de tramitación, solo refleja las líneas maestras y los contenidos mínimos, al Gobierno se le acusa desde la derecha de bajar el nivel y de preocuparse de “ocurrencias”, como la introducción en todas las asignaturas de la perspectiva de género ―en Matemáticas, por ejemplo, se trata de atraer a las alumnas a carreras técnicas en el futuro― y el hecho de tener en cuenta los aspectos emocionales que afectan al aprendizaje.