En agosto, las autoridades educativas pidieron a los centros que realizaran el mayor número de actividades al aire libre al considerarse especialmente seguro frente a la covid. También plantearon que, en caso de resultar necesario, escuelas e institutos utilizaran bibliotecas municipales y otros edificios externos para asegurar la mayor presencialidad posible. Un mes después del inicio del curso, sin embargo, los ejemplos de centros públicos que han trascendido los límites de su recinto resultan muy escasos. El presidente de la federación de directores de institutos, Raimundo de los Reyes, por ejemplo, no conoce ninguno. El de la federación de directores de colegios de infantil y primaria, Vicent Mañes, tampoco.