De tanto verla, la imagen de colegios e institutos abriendo las puertas cada mañana independientemente de los vaivenes de la pandemia parece de lo más normal. Pero el caso español resulta, en realidad, bastante excepcional. Un informe de la OCDE situó este jueves al país dentro del grupo de Estados donde los alumnos perdieron menos días de clase el año pasado. Desde que empezó 2021, España sale todavía mejor parada en la comparación: los centros educativos han permanecido abiertos mientras casi todos los países a su alrededor enviaban en algún momento a sus estudiantes a casa.