Francisco tenía previsto presidir la misa de fin de año de este jueves en el Vaticano, pero finalmente le sustituyó el cardenal Giovanni Battista Re.
La ciática que sufre Francisco, según informó el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, le impide también presidir la misa de mañana, 1 de enero, de Año Nuevo, y lo hará el cardenal Pietro Parolin.
El papa, sin embargo, sí rezará mañana el Ángelus, como estaba previsto.
Battista Re leyó la homilía que había preparado Jorge Bergoglio, en la que el Pontífice agradeció la labor de las personas que han trabajado a favor de los demás en 2020.
"Los trabajadores de la salud -médicos, enfermeras, voluntarios- están en la primera línea, y por esto siempre están en nuestras oraciones y merecen nuestra gratitud; así como muchos sacerdotes, religiosos y religiosas. Pero esta noche nuestro agradecimiento se extiende a todos aquellos que se esfuerzan cada día por llevar su familia y su servicio al bien común de la mejor manera posible", escribió Bergoglio.