Algo se mueve contra el sistema de oposiciones a Secundaria en Andalucía. No es la primera vez que los aspirantes denuncian el desarrollo de un proceso, ni que se oyen críticas a un modelo que muchos consideran caduco, poco orientado a la realidad de las aulas y que pivota en exceso sobre la capacidad memorística del opositor. Pero ahora, los aspirantes están encontrando apoyos desde dentro.
Esta semana se ha hecho viral la carta de Ismael Ramos, vocal del Tribunal 37 de Geografía e Historia en Granada, en la que pide perdón a los opositores de su tribunal. Denuncia un sistema de selección "injusto y opaco". Un sistema que, según cuenta, exprime a los miembros del tribunal haciéndoles evaluar 500 páginas cada día en varias jornadas consecutivas de hasta 14 horas. "¿Es posible calificar ese volumen de ejercicios con rigor y equidad en ese plazo?", se pregunta en la nota: "Si a ello sumamos que, en ningún momento del proceso existe un control externo, ¿quién garantiza que todos los ejercicios se han corregido con el detenimiento y precisión que este proceso exige?"