Acaba el curso escolar y mientras los profesores tratan de sobrellevar "la peor semana del año", peleando con la burocracia interminable que les impone la administración y que se acumula especialmente a final de año, empiezan a mirar de reojo a septiembre. Un colectivo en concreto observa el futuro con recelo tras un curso en el que a muchos docentes se les ha abierto de par en par la puerta del empleo por la pandemia; el desdoblamiento de clases por la COVID y la contratación de algo menos de 40.000 profesores extra que lo ha hecho posible ha permitido a los interinos, el grupo más precario entre el profesorado, que suele ir alternando suplencias más o menos largas con periodos de paro, trabajar este 2020-2021 más y mejor que nunca.